En primer lugar debe informar por escrito al arrendador que el servicio de calefacción no funciona y es esencial para la habitabilidad de la vivienda arrendada. Y concederle un plazo razonable de una semana, por ejemplo, para repararlo. Él ya sabe que no hay calefacción, pero de este modo consta por escrito que se le pidió la reparación y no la hizo. Aconsejo para ello burofax certificado y con acuse de recibo.
Como la calefacción es centralizada, si el arrendador no la repara Vd. no lo va a poder reparar por sí misma, así que tiene dos alternativas.
La primera es poner fin al contrato por incumplimiento del arrendador. La vivienda es inhabitable sin calefacción. Se alquiló con ella, y no se ha mantenido. Se lo debe comunicar por escrito. Y mudarse. Y llevando esta estrategia al extremo, conservar la factura de la mudanza y de cualquier otro gasto, y reclamárselo al arrendador, como daños y perjuicios. Si al arrendador se le ocurre reclamarle algo, Vd. podrá argumentar y acreditar lo sucedido gracias a las comunicaciones fehacientes.
La segunda es permanecer en la vivienda y calentarla por algún otro medio, que implicará también un gasto, sea de mayor consumo eléctrico o de otro tipo. Debe reclamar el importe como indemnización por el perjuicio causado por el incumplimiento del arrendador.
En ambos casos, tras haber realizado la comunicación que he explicado en primer lugar.
Por último decirle que este es el tipo de problemas de arrendamientos urbanos que en la práctica es difícil resolver de forma satisfactoria. Cuando lo padece, lo que Vd. querría es una reparación inmediata del servicio de calefacción, pero como ve eso no lo puede ofrecer la justicia. Así que el enfoque es el que le he explicado. Si ve que el problema se va a alargar o que el arrendador no es serio y "regatea" reparaciones, cambie de vivienda.