El sofá de nuestro piso de alquiler amueblado es muy incómodo, a pesar de estar en buenas condiciones, en apariencia. Nos genera dolor de espalda.
A nosotros no nos importa hacernos cargo de un nuevo sofá, siempre y cuando podamos llevárnoslo, si algun día dejamos el piso.
Pero, las dudas son:
- puede el casero negarse a deshacerse de su sofá?
- en ese caso, podríamos nosotros realizar el cambio deliberadamente y sustituirle con algún otro sofá, si algún día dejamos el piso?