TEMA:

Buenos días,
Hace unos meses, compré una vivienda sobre plano que está en proceso de construcción. En el momento de efectuar la señal del piso, preguntamos al comercial de la promotora si las puertas de los armarios de la casa eran correderas o abatibles y nos dijo que eran correderas y, en el momento de la firma del contrato de compraventa no caí en mirar en la memoria de calidades que detallara cómo serían las puertas de los armarios (simplemente comprobé que el color era el elegido) porque asumí que lo que me había dicho el comercial era correcto.
Cual ha sido mi sorpresa cuando he vuelto a preguntar y me dicen que las puertas serán abatibles... lo cual hace que, en algunas habitaciones de la casa, no se pueda pasar si la puerta del armario está abierta y colocase muebles de medidas standard.
Mi pregunta es si hay alguna normativa que les obligue a estos señores a ponerme puertas correderas en los armarios ya que, por un lado me lo dijeron aunque fuese de palabra y por otro resulta que no puedo abrir las puertas de los armarios sin darme con los muebles.

Muchas gracias,

No existe ninguna norma que regule específicamente el tipo de puerta de los armarios. Lo que sí exige la ley es que los distintos elementos de la vivienda que Vd. compra sean funcionales, es decir, que sirvan para la finalidad que le es propia de manera correcta. Habría que conocer con más detalle los arcos de giro de las puertas en relación con el espacio disponible en las habitaciones donde se encuentran los armarios y comprobar si es un diseño aceptable desde el punto de vista anterior o si por el contrario impide o limita excesivamente la distribución de los muebles que conforme a la costumbre cabe situar en la habitación según su tipo, por ejemplo una cama en un dormitorio. Cualquier arquitecto puede valorar esto a lo que me refiero. He conocido casos de ubicación de vigas, columnas, puertas o ventanas que realmente menoscababan de modo inadmisible el aprovechamiento del espacio.
Pero si entra dentro de lo razonable no puede exigir el cambio ya que ha firmado una memoria de calidades concreta. Es prácticamente imposible demostrar lo que le dijo el comercial.
Compruebe si en la publidad aparece fotografiado el tipo de puerta de los armarios. Si fuera así, podría intentar reclamarlo al amparo de la jurisprudencia que dota a la publidad del mismo carácter contractual que la memoria de calidades, por ejemplo. Lo comento como último recurso.

Muchas gracias por su contestación... me ha aclarado bastante.

Hace un par de semanas, envié por email a la promotora un plano de la vivienda dibujando el recorrido de las puertas de los armarios e indicando en qué lugares no se podrían abrir ya que chocarían con los muebles de la habitación (camas, mesillas y demás muebles que venían dibujados en los planos que me entregaron a la firma del contrato de compra-venta) pero no he recibido respuesta alguna por su parte y ahora mismo no sé por dónde tirar, sinceramente y creo que la promotora se está aprovechando de la falta de conocimiento en estos aspectos y de que, en la memoria de calidades no venía especificado cómo serían las puertas, tan sólo el color y tipo de madera.

Lo que debería hacer es hablar con un arquitecto para que le diera su opinión profesional. Desde el punto de vista jurídico se utiliza la denominada "lex artis" para valorar si una prestación -en este caso de entrega de vivienda con armarios- satisface el mínimo de "calidad" admisible. La "lex artis" es, digamos, el "oficio", el mínimo de diligencia y de calidad exigible en un oficio o profesión. Un arquitecto sabe si el hueco que se deja para la apertura de las puertas de los armarios es "razonable" y "admisible" o no lo es. Si a criterio de un arquitecto no lo fuera, entonces ya tendría Vd. argumentos jurídicos para exigir que las puertas fueran correderas y no admitir la entrega de otro tipo de puertas. Pero para eso debe armarse de la prueba pericial (el informe del arquitecto) que acredite que dadas las superficies de las habitaciones y su uso previsible las puertas deben ser correderas para ser funcionales y no causar perjuicios no admisibles conforme a los usos de la arquitectura.

Ese es el camino a seguir.

Puede suceder que el arquitecto le diga que aunque resulte incómodo y no sea la solución perfecta, es admisible. Pregúntele.