Todo depende de cuál fuera la intención de las partes (vendedor/comprador) al cerrar el trato, formalizado de momento mediante arras. Si no lo han hablado expresamente sólo cabe deducirlo de lo plasmado en los documentos. Si en los documentos no se recoge nada, y se trata de una vivienda de segunda mano, habrá que estar a lo que razonablemente cabe esperar de buena fe, lo cual depende de los usos del lugar. En general, al comprar una vivienda de segunda mano, si no se estipula nada, se entiende que los elementos de mobiliario que están incorporados a la vivienda por una instalación permanente se entregarán con ella. No así los elementos movibles (por ejemplo una nevera). En este caso encimera y horno pienso que entrarían dentro del primer grupo, es decir, habría que entregar la vivienda con ellos.
Si, como parece, ha habido un malentendido o falta de información porque la intención del vendedor era desinstalar y retirar dichos elementos, deberían revisarse o añadirse estipulaciones del contrato, aclarando lo que se entregará y lo que no, y ajustando el precio en consecuencia.